La audición es esencial para la coexistencia humana
Las personas se necesitan unas a otras. Necesitamos conversar tanto para desarrollar nuestro sentido de individualidad como para ayudarnos a sentir que pertenecemos. Una condición previa para la comunicación es el lenguaje común. Pero en muchas personas, la habilidad de oír, y comunicarse con otros, disminuye con la edad. La Organización Mundial de la Salud estima que el número de personas con una pérdida auditiva relacionada con la edad es de 300 millones, el equivalente a la población de EEUU. En los países industrializados, entre el 50 y el 60 por ciento de las personas mayores de 70 años la padecen.
El término médico para la pérdida auditiva relacionada con la edad es presbiacusia. Tradicionalmente, se trata de una hipoacusia neurosensorial avanzada simétrica, bilateral. En un lenguaje más sencillo, esto significa que ambos oídos están afectados y que progresa gradualmente a medida que las células ciliadas se dañan o mueren.
En un principio, comienza con los sonidos de alta frecuencia, haciendo que sea difícil comprender las conversaciones en entornos ruidosos como en restaurantes o bares. A lo largo de los años, la audición de las personas se deteriora y algunos de ellos se comunican cada vez menos debido a esta circunstancia. Como resultado, muchas personas mayores se aíslan, lo que les puede llevar a una depresión.
Pérdida auditiva y salud
Durante los últimos años, la investigación científica ha confirmado una conexión directa entre la audición y el pensamiento. Si se pone todo el empeño en comprender el habla, apenas queda suficiente poder mental para otras cosas. Los científicos están ahora investigando si existe una relación entre la pérdida auditiva y la demencia.
Una cosa que sabemos seguro es que existe una relación entre la audición limitada y las caídas. Los estudios muestran que incluso una leve dificultad de audición puede triplicar el riesgo de sufrir una caída, ya que caminar y guardar el equilibrio se necesitan ambos cognitivamente. Cuando la pérdida auditiva demanda a alguien una gran cantidad de recursos mentales, quiere decir que existen menos recursos para la seguridad. Muchas personas mayores con discapacidad auditiva tienen miedo de caerse por lo que no se mueven como solían hacerlo. Como resultado, la reducción de ejercicio aumenta incluso más su riesgo de caída.
Lo bien que escuchan las personas mayores tiene un mayor impacto social. Aquellos que pueden oír bien son más independientes, ágiles y están más conectado con la sociedad que los que tienen discapacidad auditiva. Cuanto más independientes son las personas mayores, menos dinero necesitarán de los servicios de asistencia social.
Resumen de 4 puntos
- Las personas necesitan comunicarse e interactuar con otras.
- La pérdida auditiva relacionada con la edad incrementa el riesgo de depresión, caídas y aislamiento social.
- Los implantes cocleares ayudan a las personas mayores a permanecer independientes y activas.
- El entrenamiento auditivo después de la implantación es vital.
Los beneficios sociales
Con una pérdida auditiva profunda, el implante coclear hace posible la audición de nuevo, gracias a la tecnología. Esto puede ayudar a que los mayores se mantengan independientes, físicamente y mentalmente activos en la sociedad. Los implantes cocleares se han utilizado con éxito durante más de 30 años y, desde un punto de vista médico, no existe un límite de edad para la operación, aunque hay diferentes políticas en los distintos países con respecto a la implantación en las personas de edad avanzada.
En los lugares tranquilos, hay una pequeña diferencia entre los adultos mayores y jóvenes con IC a la hora de comprender el habla. Sin embargo, hay ligeras diferencias en situaciones complejas, como en entornos ruidosos. En las personas mayores, al cerebro le resulta más difícil distinguir el habla del ruido de fondo, con o sin un implante.
Lo bien que pueda oír con un IC depende de varios factores. Las personas que consiguen los mejores resultados tienden a ser aquellas que no han experimentado pérdida auditiva durante mucho tiempo antes de la operación, son mentalmente activos y ágiles, y han llevado a cabo entrenamiento regular después de la implantación. Como regla general, cuanto antes se haga la implantación, mejor será el resultado.
Muchos estudios independientes muestran que un IC seguido de una rehabilitación conlleva varios beneficios para las personas mayores: pueden comprender mejor el habla, tienen más contactos sociales, una mejor calidad de vida y se sienten más seguros. Resumiendo, se pueden comunicar de nuevo con normalidad.
Operación de bajo riesgo
Una operación de IC dura entra una y dos horas. En clínicas especializadas en IC, la cirugía es un procedimiento rutinario. Sin embargo, es importante gestionar bien las condiciones existentes antes de la operación. Por ejemplo, ciertos medicamentos deben suspenderse temporalmente.
El Dr. Thomas Keintzel, Jefe del departamento ORL en la clínica Wels-Grieskirchen, en Austria, lleva implantando 10 años. Nos comenta que: “Afortunadamente, las complicaciones son muy raras. A veces el sentido del gusto puede verse afectado temporalmente y en raras ocasiones puede causar vértigo rotatorio, una sensación de mareo, que desaparece a menudo después de tres o cuatro días.”
