En tal situación, necesitamos a nuestros semejantes. Queremos que nos abracen, queremos reírnos juntos. Precisamente lo opuesto a la distancia social. Muchas personas no podrán pasar las vacaciones de invierno y el cambio de año con sus seres queridos. Esto es muy triste. Sin embargo, puede sernos de ayuda descubrir la espiritualidad en uno mismo. Aceptando lo que es y conectando con algo más allá de nuestros límites, nos damos cuenta de que no estamos solos. Pero ¿cómo puede uno encontrar el acceso a la espiritualidad? Algo bastante familiar puede allanarnos el camino: ¡la música!
La historia de la música
Hace algunos años, los investigadores hicieron un descubrimiento importante en el Geißenklösterle, una semi cueva en el Jura de Suabia. Encontraron flautas hechas de huesos de aves y de marfil de mamut. La datación por carbono mostró que las flautas debían de tener entre 42.000 y 43.000 años. Por tanto, datan del período en el que el Homo Sapiens colonizó Europa. Dado que muchas prácticas musicales prescinden de la instrumentación, incluidos los actuales Sioux y Pies Negros, puede asumirse que los humanos hacían música incluso antes de la invención de los instrumentos. En cualquier caso, podemos decir: la música es tan antigua como la humanidad misma.
La música en diferentes culturas
Cada comunidad tiene prácticas musicales concretas, pero se pueden encontrar características comunes en todas las culturas. La música es un componente elemental de la creación de mitos y prácticas rituales, y sirve para desarrollar o fortalecer las relaciones sociales, todos los elementos centrales de cada comunidad cultural.
El sonido se ha creído que puede ser el origen del mundo desde la antigüedad, por ejemplo, en la armonía esférica de Platón. El hinduismo también aboga por una especia de teología acústica, asumiendo que el sonido tiene un origen divino. Los indígenas de América y África ubican el sonido y la música en una especie de mundo de sueños. Quien tenga acceso a este mundo, y por tanto a la música, tienen poderes especiales. Se les considera curanderos.
Espiritualidad y música
Por consiguiente, la música y la espiritualidad están estrechamente unidas. No solo las experiencias espirituales sirven de inspiración para las composiciones y la expresión musical espontánea. La música también se usa especialmente para crear el entorno adecuado para los servicios religiosos, meditación o rituales. Pero como la música y la espiritualidad están tan estrechamente ligadas, es difícil definir sus respectivos límites. Marcel Cobussen, autor y profesor para la cultura auditiva en la Universidad de Leiden, trata de la relación entre las dos en su libro “Thresholds: Rethinking Spirituality Through Music”. De acuerdo con él, lo espiritual es como un espacio abierto entre el mundo humano y el divino. Él sostiene que se supone que la música mantiene este espacio permeable y, para empezar, incluso afirma que la música crea este espacio.
Cómo reacciona nuestro cerebro a la música
“El efecto de la música es mucho más poderoso y penetrante que cualquiera de las otras artes, porque estas otras solo hablan de la sombra, pero la música de la esencia,” dice Arthur Schopenhauer. La afirmación del filósofo alemán parece confirmarse si uno echa un vistazo dentro del cerebro del ser humano. Aparentemente, no hay nada que afecte a nuestro cerebro en un nivel anatómico y químico tan positivamente como la música. Para uno, permite que la materia gris del cerebro, donde se aloja la sinapsis, crezca. Por otro lado, el corpus callosum, es decir, la barra que conecta las dos mitades del cerebro, se vuelve más gruesa. Además, las imágenes por RM y grabaciones de EEG muestran algo realmente notable: al hacer y escuchar música, casi todas las regiones del cerebro están activas, incluso la parte más antigua de nuestro cerebro, el tallo cerebral. Si bien no responde al lenguaje sí lo hace a la música.
La música tiene un efecto positivo en la salud
Lo que es cierto del cerebro también se aplica en el cuerpo y la mente. La música tiene efectos positivos en la salud física y mental, y se utiliza en entornos terapéuticos para aliviar dolencias específicas. No solo reduce el estrés y fomenta la relajación, sino que puede incluso también aliviar la depresión. Professor Christian Gold de la Universidad de noruega de Bergen, ha mostrado en varios estudios que la terapia con música puede, por ejemplo, ayudar a las personas a superar dificultades de aprendizaje. También los pacientes con esquizofrenia y demencia se benefician de la terapia musical. Por otra parte, un estudio del Professor Sandi Curtis del 2011 examinó los efectos de la terapia musical en pacientes paliativos: El tratamiento con terapia musical en 101 personas les alivió el dolor, aseguró la relajación y les levantó el ánimo. Para muchos pacientes, también representó un aumento en su calidad de vida. Incluso pidieron que se tocase música en sus últimos momentos.
La música apropiada para cada estado de ánimo
Un estudio publicado en PLoS muestra cómo influye la música en gran medida en nuestro estado de ánimo y nuestra percepción visual. Mientras que los participantes escuchaban música, se les mostraban fotografías de una cara sonriente o triste. Al escuchar música alegre, veían una cara sonriente más a menudo, al escuchar música triste les hizo ver más caras tristes. ¡sin importar qué emoticono se les mostraba!
La música puede ponernos en estados de ánimo muy diferentes, y existe la música correcta para cada estado de ánimo. En verano, por ejemplo, preferimos música alegre y movida. Cuando escuchamos música pop, nuestro cerebro libera dopamina y nos sentimos más alegres. Podemos utilizarlo, por ejemplo, antes de un examen o de una conferencia, la música agradable nos pone en un estado de ánimo positivo, feliz, y ¡superamos el desafío con confianza!
Los tonos suaves animan a la contemplación tranquila
Mientras reflexionamos sobre la vida durante el invierno y sentimos la necesidad de relajarnos, se recomiendan tonos más moderados. Sin embargo, no tiene por qué ser explícitamente música espiritual, como el canto Gregoriano o las vibraciones de cuencos cantores. La música clásica también es una buena elección, o la moderna, composiciones minimalistas que se hacen sin cantar y en su lugar se integran sonidos naturales.
Incluso el silencio puede ser música para nuestros oídos, especialmente si queremos satisfacer nuestra necesidad de espiritualidad. Muchos estudios muestran los efectos positivos del silencio en nuestra salud y bienestar. Incluso se ha probado que simplemente dos minutos en paz nos pueden ayudar a relajarnos en profundidad, y en mayor medida que la música.
Espiritualidad y atención plena. ¿Una y la misma?
Para responder a la pregunta inmediatamente: La atención plena (mindfulness) y la espiritualidad no son lo mismo. El primer término se utiliza para describir la percepción atenta de lo que está pasando en un momento concreto. Sin embargo, la espiritualidad no está limitada a nuestra percepción ni a un momento. Consiste en la vida espiritual interior, dentro de nosotros y más allá de nuestros límites individuales.
El problema de la atención plena (mindfulness) es la occidentalización de la práctica oriental milenaria para capitalizarla. El antiguo monje budista y profesor activo de Dharma Santikaro habla de McMindfulness: como la cadena de comida rápida de EEUU, la versión neo-liberal del mindfulness está fácilmente disponible, cómoda, y satisface una necesidad inmediata. De acuerdo con Santikaro, los directivos y las compañías a menudo lo utilizan para obtener aún más de sus empleados o vender productos y servicios relacionados.
Sin embargo, en su forma original, la atención plena (mindfulness) tiene el potencial de libertad interior. Si lo practicamos correcta y sinceramente, nos puede ayudar a escapar de nuestro ego. De esta manera, puede allanarnos el camino para vivir nuestra espiritualidad.
Meditaciones al final de año
2020 no ha sido un año sencillo. A muchas personas les ha resultado casi imposible encontrar una nueva esperanza. Después de todo, estamos todavía en mitad de una pandemia cuyo final no está a la vista. Sin embargo, en tiempos de incertidumbre persistente, es incluso más crítico conectar con nuestros pensamientos y emociones. Lo logramos reflexionando tanto sobre el año pasado como el siguiente.
Preguntas para reflexionar en el 2020
- ¿Qué lección importante he aprendido?
- ¿Qué he aprendido de mí mismo?
- ¿Qué retos he dominado?
- ¿Cuál es la mejor cosa que me ha pasado?
- ¿Quién o qué me ha influido más?
- ¿Cuál de mis recursos ha demostrado ser particularmente útil?
- ¿Qué me dio más energía?
- ¿Qué es lo que no hice?
- ¿Me he estado cuidando bien?
- ¿Por qué estoy agradecido?
Preguntas para prepararse para el 2021
- ¿Qué he planeado para este año?
- ¿Cómo me cuidaré?
- ¿Cómo ayudaré a otros?
- ¿Cómo puedo cambiar mi entorno a mejor?
- ¿Qué características personales quiero reforzar?
- ¿Cómo aprenderé de mis errores?
- ¿Qué quiero cambiar este año?
- ¿Qué quiero que quede como está?
- ¿Qué relaciones quiero reforzar?
- ¿Qué puedo hacer para que este año sea positivo?
La banda sonora para el cambio de año
A pesar de todas las preocupaciones con el cambio de año, no debemos olvidarnos de esperarlo. Después de todo, la espiritualidad no debe limitarse solo a la meditación tranquila. Debe experimentarse con alegría y energía ¡con música! Cada cultura, cada familia y cada persona tiene un gusto muy personal de la música, pero siempre existen unas pocas canciones con las que todo el mundo está de acuerdo.
Hay tonos de canciones para escuchar o cantar con la familia, amigos y compañeros de cuarto. Si tienes que pasar las vacaciones lejos, encuentra otras maneras: conecta por ejemplo, ¡por video! “O Little Town of Bethlehem,”, “La primera Navidad” y otros villancicos de Navidad ¿no son de tu agrado? Inspírate con esta lisa de las mejores canciones de Navidad 50 best Christmas songs. Aquí puede encontrar clásicos populares de Navidad de pop, rock y soul.
El regalo que más se piensa: ¡escuchar a los que se quiere!
La espiritualidad vivida es una conexión con uno mismo, los demás seres humanos y el mundo. Celebrar el cambio de año con sus seres querido escuchando música juntos. Sobre todo, tómese el tiempo para escuchar. Es esencial ser conscientes unos de los otros y prestarnos plena atención unos y otros.
Durante estos tiempos, como en general, la audición es primordial: si nota que su audición o la audición de un ser querido está impedida, por favor no la trate con ligereza. Hágase un test de audición online y descubra si es necesario una solución auditiva. MED-EL ofrece muchas posibilidades para contrarrestar la pérdida auditiva y asegurar que usted y su familia participen plenamente de la vida y ¡del nuevo año!
